Existen muchas variaciones para trabajar esta zona. Lo importante es saber que los abdominales se deben estimular en todas sus formas, siguiendo una rutina progresiva.
Para comenzar, se debe insistir sobre la parte superior sin llegar a levantar el tronco, sino con contracciones cortas, sin torsiones y cuidando de no despegar la columna lumbar del suelo. "Llegar a sentarse no sirve porque los abdominales trabajan sólo hasta los 45 grados"
Luego se recomienda trabajar la parte baja de los abdominales elevando todo el tren inferior. Es decir, colocarse de espalda con las piernas hacia arriba, las manos a los lados y despegar los glúteos del piso, controlando la bajada.
Para trabajar los abdominales oblicuos, hay que poner las manos debajo de la nuca, flectar las piernas y llevar el codo a la rodilla contraria de forma alternada. También se recomienda cruzar una pierna sobre la otra flectada e insistir hacia el mismo lado, y luego alternando hacia el opuesto.
Los intercostales, en tanto, se estimulan poniendo la cadera de lado y contrayendo los músculos con la espalda de frente.
Todos estos ejercicios deben realizarse evitando levantar la columna lumbar del suelo, apoyando correctamente la cabeza sobre las manos para no tensar el cuello y manteniendo una buena alineación del cuerpo.
El adiestramiento abdominal, que incide directamente en el mejoramiento de la postura y la digestión, debe, sin embargo, combinarse con el dorsal para no descompensar la columna.
Las personas sedentarias deben ir aumentando estos ejercicios de forma paulatina, con el fin de acostumbrar al cuerpo y no provocar lesiones. En todo caso, lo ideal es practicar más de un deporte, ya que cada uno tiene su resistencia específica.
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