jueves, abril 26, 2012

Maquillaje

  • Introducción
  • Clase 1: La base
  • Clase 2: El corrector
  • Clase 3: El polvo
  • Clase 4: Rubor y correcciones con polvo
  • Clase 5: Maquillaje de ojos
  • Clase 6: Los labios
Curso de maquillaje
Para muchas mujeres maquillarse quiere decir aplicarse productos cosméticos en la cara, pero el verdadero sentido del maquillaje es transformarte sin perder tu naturalidad y resaltar tus facciones más lindas.
Para crear tus propios trucos vamos a tener en cuenta tres puntos principales:
A. Sentirte identificada con uno de los cuatro tipos de rostros.
B. Crear armonías de colores entre la ropa, los ojos y el cabello.
C. La ocasión del maquillaje (de fiesta, de día, de noche, de novia, etc…).
Lo primero que debes hacer es identificar cual es tu tipo de rostro. Mirá en las fotos abajo y seleccioná cual es el tuyo. No te preocupes si no te viste reflejada totalmente en estos dibujos, muchas veces podemos tener una mezcla de dos tipos de rostro, pero siempre elegí el que sea más parecido a vos.
PREPARACIÓN DE LA PIEL
El 1º paso antes de maquillarnos es limpiar, tonificar y humectar la piel. Es fundamental ya que una piel limpia y humectada va a hacer que el maquillaje dure y se adapte perfectamente a cada rostro.
DEPILACIÓN DE CEJAS

Es muy importante porque una ceja sin depilar o mal depilada puede cambiar totalmente una mirada.
PRODUCTOS INDISPENSABLES PARA UN BUEN MAQUILLAJE
Estos son los productos que todas tenemos que tener en nuestro porta cosméticos:
_Base.
_Corrector.
_Polvo volátil o compacto.
_Sombras de distintos colores.
_Delineador negro o marrón (que sea blando para que se deslice con suavidad).
_Máscara de pestañas.
_Rubor.
_Delineador de labios.
_Rush de distintos colores.
_Brillo.
_Pinceles.
_Esponjas de látex.
LA BASE
Tenemos distintos tipos de bases
Liquidas
Al Aceite
Compactas
La FUNCIÓN de la base es emparejar el color de la piel y cubrir manchas o granitos.
Si tenés la PIEL SECA elegí una base cremosa.
Si tenés la piel MUY SENSIBLE asegurate que sea Hipoalergénica.
Si en cambio la tienes GRASA o con granitos, optá por una oil free.
Al elegir el COLOR, éste tiene que ser igual al color general que tenemos en el rostro. Nunca debemos aplicarnos un color más claro. Para encontrar el que más te favorezca aplicá tres tiras de distintos tonos en la mejilla o mandíbula, la que se confunda con tu piel es la adecuada.
Cómo la aplicamos?

Es muy sencillo. Embeber un pincel u hisopo en la base y distribuir por toda la cara de manera pareja. Luego esfumamos bien con una esponja de látex (las pueden conseguir en cualquier perfumería!), Teniendo en cuenta de llegar hasta el cuello para que no parezca que tenemos una máscara. En el caso de que la piel tenga muchas imperfecciones, retiramos el exceso con un tissue dando golpecitos y aplicamos otra capa más arriba.
Corrector
El corrector es el 2º paso en el maquillaje luego de la base. Sirve para disimular e iluminar cualquier parte de la cara. Podemos tapar manchas, granitos, ojeras y cualquier imperfección que tengamos.
El COLOR tiene que ser un tono más claro que la base.

Cómo lo aplicamos?



Distribuya con un pincel las zonas que desea disimular. Para conseguir que penetre bien hay que esfumar con la yema de los dedos dando golpecitos suaves. Si tiene ojeras muy oscuras, retire el exceso con tissue y aplique una segunda capa.
POLVOS
Hay 2 tipos de polvos: Sueltos (o volátiles) y compacto.
La elección de uno u otro es un asunto de gusto personal. Los sueltos son ideales para usar en casa, pero no resultan prácticos para transportar. Los compactos son ideales
para hacer retoques cuando está fuera de casa y se controlan mejor.
La FUNCIÓN del polvo es fijar el maquillaje y quitar el brillo.
El COLOR tiene que ser lo más parecido posible al de la base. El polvo translúcido NO aporta color.
Cómo lo aplicamos?

Espere unos minutos para que la base y el corrector se fijen. Luego con un cisne (del cual se ha retirado el exceso), se dan golpecitos suaves hasta que el polvo no se vea más en la cara.
RUBOR Y CORRECCIONES CON POLVO
Cada rostro es distinto y según su estructura, sabremos cuales son las zonas que necesitamos resaltar o disimular.

Para resaltar o destacar: ACLARAMOS con un polvo neutro (puede ser sombra, rubor, volátil, etc.) que sea 1 o 2 tonos más claros que la piel.
Para hundir o disimular: OSCURECEMOS con un polvo que sea 2 o 3 tonos más oscuros que la piel.
Luego de hacer las correcciones aplicamos el rubor.


TIPO DE CORRECCIONES SEGÚN LA ESTRUCTURA DE LA CARA:
CARA REDONDA:

Oscurecemos: el hueso del pómulo en diagonal.
Aclaramos: mentón, centro de la frente y sobre los pómulos.
Rubor: se aplica sobre la corrección oscura.
CARA CUADRADA:

Oscurecemos: mandíbulas y costados del nacimiento del pelo.
Rubor: debajo del hueso en forma horizontal.
CARA ALARGADA:

Oscurecemos el mentón y el nacimiento del pelo.
Aclaramos: mandíbulas.
Rubor: en el centro del cachete.

CARA TRIANGULAR:



Oscurecemos: mentón y costados del nacimiento del pelo.
Aclaramos: mandíbulas.
Rubor: sobre los pómulos.
MAQUILLAJE DE OJOS
Los ojos son la parte más importante de la cara, lo que atrae y llama más la atención.
Para maquillarlos, necesitamos:
SOMBRA:
Elige un dúo de sombras intermedia y oscura de la misma gama de color, y una aparte de color piel. Recordá que tiene que haber armonía entre la ropa y el maquillaje.
DELINEADOR:
Le dan definición al ojo. Puede ser negro o marrón, de acuerdo al gusto de cada una.
MÁSCARA DE PESTAÑA:


Hay máscaras para alargar, dar volúmen, a prueba de agua etc., elegí la que más se adapte a tus necesidades.
PASOS:
1) Se cubre toda la superficie del párpado con una sombra clara o color piel.

2) Delineamos el contorno del párpado superior y esfumamos la línea con sombra con una sombra oscura continuando hasta el pliegue del párpado.



3) Delineo también la línea de pestañas del párpado inferior con una sombra oscura y la esfumo con un hisopo.



4) Esfumamos la sombra intermedia en todo el párpado móvil.



5) Luego se esfuma la sombra oscura en la profundidad del ojo y bajamos hacia la línea de contorno formando una v invertida.



6) Se coloca sombra bien clara en el arco de la ceja para iluminar.



7) Se coloca la máscara de pestañas (a la cual se le ha quitado el exceso) de manera que todas las pestañas queden embebidas de producto y peinadas en forma de abanico.



8) Las pestañas inferiores solo se tiñen con el resto que hay en el cepillo.



La boca
Primero delineo todo el contorno con lápiz delineador y lo esfumo hacia adentro. Luego relleno la boca con un labial (de un tono parecido al delineador), aprieto los labios en un papel tissue para retirar el exceso y vuelvo a rellenar. Por último se puede aplicar brillo.
Para AFINAR: se cubren los bordes con base y se delinea un milímetro por dentro del labio.
Para ENSANCHAR: se usa un lápiz color natural y se sigue la forma del labio un milímetro más arriba.
Recuerden que pueden mezclar distintos labiales para lograr diferentes colores.



TRUCO: si quieren que el labial dure más tiempo, antes de rellenar la boca con el labial, háganlo con el delineador.
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sábado, abril 21, 2012

¡Socorro! ¡Tengo arrugas en la cara!

Imposible zafar. Más tarde o más temprano, a todas nos salen arrugas. Ahora gracias a los adelantos médicos (en general), no sólo podemos controlarlas, sino hasta retardar su llegada.
Las mujeres hacemos todo lo posible por evitar esas pequeñas líneas en la cara, que unas llamamos "signos de vejez" y otras nos consolamos diciendo que "nos dan carácter".
A pesar de que el área de la cara y del cuello forman menos del 9% de nuestra piel, sin embargo, es a la que más atención le prestamos las mujeres. De ahí el odio que tengamos por las arrugas, que puede llegar hasta el extremo de la fobia.
Desafortunadamente, las arrugas son inevitables. Entonces..., ¿¿Qué hacer?? ¿¿Llorar?? ¿¿Echarnos a reír y olvidarnos de ellas?? ¿¿Ignorarlas?? ¿¿Odiarlas?? ¿¿Esconderlas??
Cómo controlarlas
No. Hoy en día, podemos controlar "estas pequeñas linicietas" y hasta retardar su llegada. Pero para combatirlas, primero hay que saber qué las causa. El cuidado de la piel debe comenzar bien temprano: desde los veinte pueden empezar a perderse las fibras elásticas y el colágeno que le dan su firmeza. Parte de esto se debe a la herencia.
La piel blanca, fina y seca, por ejemplo, tiende a arrugarse más que las grasosas y trigueñas. Pero ni siquiera estas pieles están a salvo. Aunque tengas la piel grasosa, especialmente en el área de la frente, la nariz y la barbilla, el resto de su piel puede ser seca y necesitar humectantes.
Las cremas para la cara son necesarias para la mayoría de las mujeres, porque es la piel más visible, la menos protegida y la más delicada (la del área de los ojos, por ejemplo, tiene 1/16 de pulgada de grueso).

Simplemente pestañeando, frotándose los ojos o forzando la vista, puede dañarse la piel alrededor de tus ojos, porque ésta tiene muy poca grasa protectora. formuladas especialmente para esta área, las cremas para los ojos no contrarrestan el proceso de envejecimiento, pero sí hacen que los ojos luzcan mejor y se sientan más jóvenes.
Para aquellas mujeres que no tienen un serio problema y sólo quieran cubrir sus arrugas, existen un sinfín de productos en el mercado, especiales para cada tipo de piel। Anda a tu perfumería preferida y vas a encontrar lo que buscas.
La clave: evitarlas
Pero la manera más efectiva de tratar las arrugas no es el combate. La clave, en definitiva, es evitarlas.
Aquí, seis pasos para prevenirlas:
1) Mantener la piel bien hidratada.
Cuando la piel que es una de las últimas partes del cuerpo en ser "surtida" de agua- pierde la facultad de conservar la humedad, se seca y se arruga. Por eso, es necesario tomar 6 a 8 vasos de agua diarios y evitar los diuréticos y la cafeína.
2) Evitar el sol.
El daño causado por el sol es acumulativo e irreversible (recuerden: "el sol tiene memoria"). Por eso, es importantísimo usar un protector diariamente. Para una mejor protección, aplica una capa de la crema protectora, espera media hora y vuelve a aplicar otra capa más sobre la primera.
3) No fumar.
La nicotina estrecha los vasos sanguíneos y disminuye la cantidad de sustancias nutritivas y oxígeno que llegan a tu piel.
4) Hacer ejercicios.
Haciendo "algo de ejercicio", aumenta la circulación, mejora la cantidad de nutrientes de oxígeno que llegan a la piel, y sube su temperatura, causando un aumento en la producción de colágeno.
5) Tratar de no forzar la vista.
Inclusive en días nublados, los rayos de sol pueden causar daño, al igual que las luces brillantes y la pantalla de la computadora. En lo posible, trata de no forzar mucho tu vista. Muchos oftalmólogos, por ejemplo, recomiendan las lentes anti-reflex o multicapas para protegernos de la PC. Y si usas anteojos negros, busca unos con un buen vidrio, comprados en una óptica y no en un lugar cualquiera y por tres pesos (eso es peor que no usar nada).
6) Mantener una dieta balanceada.
Las comidas ricas en nutrientes y minerales son necesarios para una piel saludable. Consume vitaminas A y C, y productos lácteos y fortificados con vitamina D.

martes, abril 10, 2012

COSMETOLOGIA

Programa del curso gratis de cosmetología
  • Clase 1: El concepto de belleza en los albores de la
  • Clase 2: Edad Media: el decaimiento de la estética
  • Clase 3: Cosmetología básica y moderna
  • Clase 4: La cabina
  • Clase 5: Anatomía facial
  • Clase 6: La piel
  • Clase 7: Tratamientos faciales
  • Clase 8: Afecciones faciales
  • Clase 9: Aparatología
  • Clase 10: Cuidado corporal
Bonus track
  • Clase 1: Limpieza de cutis
  • Clase 2: Peeling फसिअल
  • HISTORIA DE LA BELLEZA. Primera Parte
    El Concepto de la Belleza en los Albores de la Humanidad:
    La Prehistoria.


    Los orígenes de la estética se remontan a la prehistoria. A través del arte y de los instrumentos de uso cotidiano que han llegado hasta nuestros días, podemos ver cómo ya entonces existía una preocupación por la belleza.
    La cualidad que se aprecia más en la mujer y que se toma como símbolo de ésta es la fertilidad. Las esculturas y grabados nos muestran figuras femeninas voluminosas, incluso deformes, que reflejan el interés de los prehistóricos por la fertilidad, tan necesaria para la continuidad biológica del grupo.
    Entre los hallazgos más antiguos que hacen alusión al incipiente interés femenino por la belleza, encontramos un grabado en las cercanías de Oslo, Noruega. Este grabado reproduce la figura de una mujer embadurnándose con grasa de reno, animal que está al lado de la figura femenina. También en Austria, la conocida Venus de Willendorf, y en la Costa Azul Francesa, la Venus de Grimaldi, se han hallado representaciones de mujeres simbolizándola preocupación de éstas por el cuidado de su belleza.
    Los productos de que disponía la mujer prehistórica se limitaban, prácticamente, a la arcilla, tierras de distintos pigmentos colorantes o toscos productos elaborados a partir de grasas animales.
    El afeite más antiguo que se conoce estaba compuesto de sulfuro de antimonio.
    La Biblia.
    Será en la Biblia donde encontraremos las primeras referencias de la belleza en la antigüedad.
    El texto recoge acontecimientos en los que el papel de la estética es significativo, por ejemplo el caso de la reina de Israel, Jezabel, quien “adornó su cutis con afeites para seducir a Jehú y para hablarle con mayores poderes de seducción”, o cómo esta misma reina adornaba su rostro con “schrouda”, como aún hoy en día hacen las mujeres tunecinas.
    Otro ejemplo narrado en la Biblia es el de Ester, reina de Babilonia, quien embellecía con afeites sus maravillosos ojos, hasta el punto de ser considerada la mujer con los ojos más bellos que nunca existió.

    Egipto: Una Belleza Sofisticada.


    De todo es conocida la mítica belleza de las reinas del antiguo Egipto y cómo los egipcios embalsamaban a sus faraones.
    Estos Dos factores impulsaron un gran culto a la belleza y a la cosmética, principalmente en las cortes faraónicas.
    Los ritos funerarios se caracterizaban no sólo por embalsamar los cuerpos de los difuntos, sino también por depositar junto a ellos toda clase de objetos, alimentos y materiales preciosos para que en la vida futura disfrutasen de los bienes terrenales. Entre estos objetos se encontraban peines de marfil, cremas, negro para los ojos, polvo, etc., dentro de pequeños recipientes en los que estaban grabadas las instrucciones para su uso.
    El refinamiento de los cuidados estéticos era enorme. Fórmulas secretas embellecían a las reinas de Egipto que, con mucha rapidez, eran imitadas por sus cortesanas.
    Los peinados, las pelucas, los baños de leche, las estilizadas siluetas, todo formaba parte de una cultura en la que lo espiritual, el arte, la religión y la ciencia tenían una importancia fundamental.
    Especial atención merecían el cabello, la piel y los ojos. El cabello se teñía con henna, consiguiendo mil matices encarnados o bien se rasuraba completamente para facilitar los continuos cambios de pelucas, sumamente sofisticadas.
    Con ungüentos, afeites y baños perfumados o de leche cuidaban de mantener una piel tersa y extremadamente suave.
    Los ojos se remarcaban en negro, engrandeciendo y suavizando su forma natural.
    El carmín de los labios, el blanco para restar vivez a la cara, el rojo-naranja para las mejillas, eran productos extraídos de plantas y arbustos.
    Usaban antimonio para cambiar el color de los párpados en azul y verde, realzando así más las pestañas.
    Las dos reinas egipcias que más se significaron por su belleza y sus secretos de estética fueron Nefertiti y Cleopatra.
    De Nefertiti se recuerda aún su estilizada silueta, a pesar de haber tenido seis hijos, siendo ella quien extendió la moda del color verde para los párpados. El hermoso busto de esta reina, esposa del faraón Amenhotep IV se conserva en magnífico estado en un museo de Berlín.
    De Cleopatra se cuenta que fue la mujer que reunió más secretos sobre el cuidado de su belleza; sus mascarillas, su maquillaje y sus baños de leche pasaron a la historia.

    Grecia: El Culto a la Belleza.


    Grecia fue la civilización de la belleza. Ha sido tal su influencia en las culturas occidentales posteriores que su cultura y su arte han configurado el llamado ideal clásico de belleza. Eran, en contraste con los egipcios, todos los estamentos sociales los que compartían esta inquietud por la estética. Hasta tal extremo llevaron este gusto por la belleza que, en uno de sus libros, Apolonio de Herófila explica que “en Atenas no había mujeres viejas ni feas”.
    De hecho, fueron los griegos que difundieron por Europa gran cantidad de productos de belleza, de fórmulas de cosmética, así como el culto al cuerpo y los baños; en resumen el concepto de la estética.
    La mayor atención la presentaban al cuidado del cuerpo. Los cánones de belleza griega no toleraban ni la grasa ni los senos voluminosos. Era necesario cultivar el cuerpo para conseguir la perfección estética que consistía en , además de tener senos pequeños y fuertes, poseer un cuello fino y esbelto y los hombros proporcionados.
    En los baños era donde este amor por el cuidado del cuerpo tenía lugar. Precedían al baño diversos ejercicios físicos que preparaban el cuerpo para recibir el baño, habitualmente realizado con agua fría.
    También los masajes tenían un papel importante ya que, junto con el baño y los ejercicios gimnásticos, lograban que en el cuerpo no hubiera rastro alguno de grasa y que se mantuvieran la figura grácil y la piel tersa.
    La cosmética en Grecia, vivió un momento esplendoroso, sobre todo los aceites. Éstos se extraían de flores y se empleaban además de en estética, en los actos religiosos, deportivos y en la vida diaria.
    Los aceites perfumados se aplicaban después de los baños o de los masajes y se elaboraban de muchas flores distintas, de rosas, de jazmines, tomillo, etc., y su fabricación se concentraba en Chipre, Corinto y Rodas. El cabello se cuidaba con esmero y se elaboraban tintes también con extractos naturales.
    El maquillaje de las mujeres de Atenas se basaba en el color negro y azul para los ojos; coloreaban sus mejillas con carmín y los labios y las uñas se pintaban de único tono.
    Se consideraba que el color de la piel de la cara debía ser pálido, ya que era reflejo inequívoco de pasión.
    Pero no únicamente las mujeres y los hombres griegos tenían esta inquietud por la estética. Sus dioses buscaban también el ideal de la belleza. La figura de la diosa Afrodita de Cridona nos ha llegado reproducida
    en el momento en el que está desnudándose para entrar en el baño.

    Roma: Seguidores de las Tradiciones Estéticas Griegas.


    En el imperio romano la estética constituyó una auténtica obsesión. Hombres y mujeres atesoraban fórmulas de cosméticos, se maquillaban, peinaban y depilaban por igual.
    Baños y masajes, vestidos y peinados o el cuidado del cuerpo no eran exclusivo del sexo femenino, sino que todos los romanos querían embellecerse y cuidarse.
    Pero, contrariamente a Grecia, no existía un único ideal de belleza, ya que las sucesivas conquistas del Imperio romano recogieron influencias dispares de los pueblos dominados. Un ejemplo de ello lo constituye la “locura” de las romanas por ser rubias. Sucedió a la vuelta de la conquista por Julio César de los territorios germánicos. Las esclavas que con él trajo sorprendieron por el color de su cabello y de su cutis. Con gran velocidad circularon por Roma fórmulas y ungüentos para cambiar el color, generalmente moreno, de la piel y el cabello de las romanas.
    En Egipto y en Grecia se inició la costumbre de tener esclavas dedicadas exclusivamente al cultivo de la belleza de sus amas. Esta costumbre se acentuó en la época romana y las esclavas se especializaron en temas concretos: baños, maquillaje, tocados, etc. Sobresalen las romanas por el especial cuidado que dedicaban a los tocados. Sofisticados y barrocos hasta lo increíble, se hacían con materiales considerados preciosos. Perlas, telas, flores, mallas bordadas, eran manipuladas hasta conseguir el tocado más refinado.
    La popularización del baño, llegó al extremo de edificar, en Roma, los conocidos baños de Caracalla, con capacidad para mil seiscientos bañistas, o los aún mayores baños termales de Diocleciano que podían acoger simultáneamente a tres mil bañistas। Sólo en el siglo IV había en Roma novecientos establecimientos de baños termales.
  • HISTORIA DE LA BELLEZA. Segunda Parte
    Edad Media: El Decaimiento de la Estética.

    La mujer de la Edad Media soportó las consecuencias de una época caracterizada por la austeridad, las frecuentes guerras y las grandes epidemias.
    El cuidado de la belleza resurge, sin embargo, en los siglos XI al XIII al organizarse en Occidente las Cruzadas para recuperar los llamados “Santos Lugares”, entonces en manos de los musulmanes.
    Estas guerras originaron contacto e intercambios con otras culturas y consecuentemente se introdujeron nuevas técnicas sobre afeites y cosmética que suplieron las ya existentes en Europa. La nobleza, en este periodo, se recluye en sus castillos. Son los vendedores ambulantes de bálsamos, artículos de tocador e hierbas medicinales, que van de castillo en castillo vendiendo sus productos, quienes conservarán y renovarán los secretos de la cosmética. Éstos se guardan en la “muñeca para adornarse”, nombre que se le daba al tocador. El tocador medieval era un hermoso y complicado mueble, lleno de cajones y espejos que, al estar cerrados, daban al tocador la apariencia de un escritorio.
    Durante los primeros siglos de la Edad Media los nobles no descuidaban la higiene personal. En las ciudades, los baños públicos eran visitados con frecuencias por éstos, mientras que en los castillos las damas se bañaban en agua fría perfumada con hierbas aromáticas.
    Pero a medida que la Edad Media avanza, estas costumbres se van olvidando. Los perfumes de fuerte olor sustituirán poco a poco a la más mínima higiene corporal.
    El Renacimiento: Nuevo Resurgir de la Estética.
    A la Edad Media le sucede el Renacimiento, época en la que los valores estéticos toman un nuevo impulso, olvidados desde Grecia y Roma.
    La sensibilidad por el arte, la filosofía y la cultura en general, adquieren en el Renacimiento una importancia clave. Es el momento del florecimiento del arte italiano, de los mecenas, de la concepción filosófica del hombre como “hombre-total”, sin especializaciones.
    La estética, en todos los campos creativos, llega a cotas refinadísimas. La belleza lo abarcará todo y por tanto la estética femenina formará también parte de esta armonía que envuelve la vida de la Italia renacentista.
    Este país se convertirá en el centro europeo de la elegancia. Las nuevas propuestas de la moda, la belleza y la estética salen de Italia para influir en las cortes de Europa.
    En el siglo XVI los monjes de Santa María Novella, en Florencia, crean el primer gran laboratorio de productos cosméticos y medicinales.
    El ideal de belleza de mujeres nobles italianas consistía en tener un cuerpo de formas muy curvadas, la frente alta y despejada, sin apenas cejas y la piel blanquecina.
    Tener el pelo rubio era sinónimo de buen gusto y para conseguirlo mezclaban los extractos más inverosímiles.
    Los primeros tratados de belleza y cosmética aparecieron en Francia e Italia durante estos siglos. En 1573, en Paris, sale el libro “Instrucciones para las Damas Jóvenes” y en Italia el libro de Catalina de Sforza “Experimentos”. En este libro encontramos toda clase de recetas cosméticas y perfumería, escritos sobre maquillaje, para corregir defectos del cuerpo e incluso reconciliar matrimonios.
    En el siglo XVI Catalina de Médicis, interesada por todo lo referente a la estética, dedico gran parte de su tiempo al estudio de ungüentos y combinaciones de cremas. Más tarde, al convertirse en reina de Francia, llevo consigo a los mejores especialistas en perfumes de Florencia, quienes se impusieron en el arte de la perfumería.
    Fue precisamente una de sus más íntimas amigas quien instaló en Paris el primer Instituto de Belleza. A pesar de los cambios producidos, todavía la higiene personal dejaba mucho que desear. Las memorias personales de los nobles de la época relatan cómo la reina Margarita de Valois le resultaba dificilísimo peinarse por lo enredado que tenía el cabello a falta de hacerlo más a menudo; o cómo se lavaba las manos una vez por semana.

    El Siglo XVIII.

    Con la llegada de Catalina de Médicis a la capital francesa, el centro europeo de la moda y de la estética será hasta nuestros días Paris.
    Desde finales del siglo XVII y durante todo el siglo XVIII las mujeres parisinas tendrán la “fiebre del colorete”. Todas parecían cortadas por el mismo patrón: labios en forma de minúsculo corazón, extravagantes y empolvadas pelucas, mejillas enrojecidas con gran profusión de colorete, polvos esparcidos por el cuello y los hombros, con lunares coquetamente repartidos por la cara y la espalda.
    Los productos de la belleza dejan de ser elaborados artesanalmente para compararse en los lujosos establecimientos del Faubourg Saint Honoré y los peluqueros sustituirán a las sirvientas de la corte componiendo excéntricas pelucas.
    La época dorada de la cosmética se inicia en este siglo con las más sofisticadas cremas, esencias y aguas.
    Los polvos se usaban con generosidad; para las pelucas, harina de trigo y para la cara, harina de arroz.
    La higiene personal va poco a poco retomando importancia. No obstante, los perfumes continúan siendo imprescindibles para disimular los malos olores.
    Resultaba excepcional el caso de Madame Du Barry, que llamaba la atención en la corte por ducharse a diario con agua fría.
    Pero todo cambió con la revolución Francesa. Los excesos estéticos de la nobleza desaparecieron con ella y no fue sino hasta la llegada de Napoleón al poder, y gracias a su esposa la emperatriz Josefina, que los cuidados de belleza renacieron en Francia.
    En Josefina se aúnan su animado carácter criollo con una gran tendencia a la obesidad. Esta tendencia la obligaba a tener que seguir continuos regímenes de adelgazamiento y a sucesivos tratamientos estéticos para el cuerpo y el cutis.
    Llega después el Romanticismo y con él la languidez, los aires desvalidos, los talles ceñidos y las minúsculas cinturas. Las pelucas desaparecen temporalmente para dar paso a bucles realizados en las peluquerías parisienses.
    Es en este momento de refinada feminidad que surge una nueva mujer. Una mujer que osa vestirse como un hombre, que fuma cigarrillos puros y que hace las mismas cosas que un hombre; es el tiempo de George Sand. Pero no será más que una moda pasajera, como un aviso de lo que en el siguiente siglo, el nuestro, sucederá. Retornan la palidez, los polvos emblanqueciendo el rostro y los hombros, los cuerpos pequeños y las faldas de gran tamaño. Pero esta moda de la piel de porcelana se contradice con el estilo de vida de las mujeres de la alta sociedad. Las copiosas comidas dejarán señales inequívocas de una mala alimentación; piel que se quiere blanca hasta lo increíble pero que se maltrata a diario. Las cremas no serán remedio suficiente pero se redescubre un remedio antiquísimo: los balnearios.
    El mar, fuente de salud según los médicos de la época, era también lugar de obligada visita.

    Oriente: La delicada Fantasía Estética.

    La India.


    Este extenso y complejo país es muy rico en materias primas para la estética. Los productos de belleza se han usado en la India desde tiempo inmemorial en ritos religiosos y en la vida diaria, sin que hayan experimentado evolución de importancia.
    Las flores, el kohol y los polvos de azafrán se usan cotidianamente y aún hoy en días los niños de este país pintan sus ojos con kohol por sus poderes desinfectantes.
    En uno de los libros más antiguos sobre medicina en el mundo, el “Susruta”, se explican cuidados de belleza con aceites perfumados, entre otras muchas recetas de extractos vegetales dedicadas a la estética.

    China.

    La China tiene en cosmética, como en tantos otros aspectos, una tradición antiquísima.
    Sus cánones estéticos se basaban en una mujer delicadamente maquillada y con un cutis cuidado al máximo. El maquillaje consistía en finos polvos de color rosado, rojo o anaranjado y los ojos se subrayaban con bastoncillos untados en tinta china.
    La piel se trataba con cremas elaboradas con pulpas de frutas, aceites de té o grasas animales. Los perfumes provenían de flores – jazmín, almizcle, camelias – o de maderas aromáticas como el pachulí.
    La poesía y el arte chino en general han reflejado profusamente esta delicada atención de las mujeres chinas a la estética.

    Japón.

    El país del “Sol Naciente” recogió muchas influencias de la belleza y la cosmética china.
    El cuidado del cuerpo está íntimamente ligado en Japón a la vida religiosa, por lo que los hombres y mujeres de este país han tenido siempre en aprecio el mundo de la estética. Aceites, pigmentos y polvos de alazor son algunos de los productos que estas mujeres usaban para su belleza. La tinta china embellecía también sus ojos.
    El cabello era tratado con el máximo de atenciones puesto que, tener el pelo negro, brillante y voluminoso era símbolo de gran belleza.
    La pintura japonesa de todos los siglos ha dejado patente muestra de los mimos que dedicaban sus mujeres a la belleza del cuerpo y del cutis.
    El Siglo XX a lo Actual: La Estética Integral.
    En estos dos siglos, los acontecimientos históricos de una parte y la evolución de la ciencia de la otra, han marcado los sucesivos cambios estéticos de la mujer.
    Fue tan sólo a principios del siglo XX cuando las mujeres llevaban anchos y largos vestidos y, sin embargo..., ¡nos parece tan lejano! De la palidez que las damas querían conseguir a toda costa al bronceado permanente, que con igual obsesión se desea hoy en día, han pasado poco más de cuarenta años.
    Décadas de esplendor se han sucedido rápidamente por épocas de crisis, de grandes guerras. Los cambios sociales han sido apresurados y con ellos la moda y la Estética, que se han amoldado a cada nuevo periodo.
    Lo que antes se mantenía durante décadas dura actualmente unos pocos años.
    A la eterna necesidad de belleza en el mundo femenino se han unido la ciencia y un nuevo sistema de vida en el que es imposible separar la actividad diaria del aspecto personal. Las mujeres de hoy en día tienen ante ellas un mundo que nunca antes se hubiera podido sospechar por el alto grado de conocimientos científicos han ayudado, y ayudarán enormemente, a mejorar el trabajo de la esteticista. De una parte, al conocer más profundamente los orígenes y las causas de muchos problemas del organismo, es más fácil poder aplicar tratamientos que los solucionen.
    Además, los conocimientos técnicos son, hoy por hoy, imprescindibles en los Institutos de Belleza, puesto que resultan fundamentales para la aplicación de todo tipo de tratamientos.
    La inmensa mayoría de los tratamientos efectuados en un Instituto de Belleza requieren la estrecha colaboración de la esteticista con los procedimientos científicos। Desde la limpieza de cutis con vapores de ozono o aplicaciones de rayos ultravioleta, la incorporación del rayo láser para muchos tratamientos, o los tratamientos anticelulíticos con alta tecnología, vemos cómo en la Estética actual y prácticamente en todos los terrenos se hace imprescindible la aplicación de técnicas científicas de primer orden.

  • OSMETOLOGÍA BASICA Y MODERNA. Primera Parte
    El objetivo principal del Instituto de Belleza es el de ofrecer servicios de cuidado y embellecimiento a las mujeres con tratamientos apropiados para cada una de ellas.
    Para conseguir este objetivo un Instituto de Belleza debe tener, no sólo las instalaciones y aparatos necesarios para los distintos servicios, sino también un máximo de elementos de comodidad, de forma que la cliente se sienta correctamente atendida.
    La decoración del Instituto deberá procurar esta comodidad. Una ambientación discreta y elegante, confortables sillones, una adecuada iluminación y también aire acondicionado y música ambiental serán elementos necesarios.
    La conjunción de los servicios y la armonía en el ambiente son en igual modo permanentes en un Instituto de Belleza, ya que la atención a la cliente merece el mejor esfuerzo.
    Los elementos de servicio y comodidad deben basarse en tres reglas fundamentales: armonía, pulcritud e higiene.

    La Esteticista.

    Además del dominio de la profesión tanto teórica como prácticamente, es imprescindible para ser una buena esteticista poseer una serie de cualidades que pueden resumirse en :
    - Una presentación agradable.
    - Amabilidad y corrección en el trato y eficiencia en el trabajo.
    - Cultura general lo más amplia posible.
    - Hablar uno o varios idiomas.
    El dominio de uno o dos idiomas es muy conveniente en nuestros días, debido
    a la actualización continua de los conocimientos sobre estética que se publican en libros y revistas extranjeras.
    Por su importancia, se analizan a continuación las primeras cualidades que mencionábamos anteriormente.

    Presentación Agradable.

    La esteticista debe cuidar su higiene personal al máximo. Es evidente que sea así, puesto que quien “da” belleza no puede ofrecer un aspecto desaseado y, menos, olores desagradables.
    El uniforme tiene que cambiarse tantas veces como sea necesario, de manera que esté siempre impecable. De igual manera, se cuidará el aspecto físico por lo que se refiere al peinado, al maquillaje y al cuidado impecable de las manos. La primera impresión que se dé al cliente es definitiva para causar un efecto favorable en quienes acuden al instituto en busca de belleza. La confianza que la cliente debe depositar en la esteticista dependerá del primer contacto que con ella tenga.

    Amabilidad, Corrección y Eficiencia.

    La perfecta profesional de la Estética será eficiente en su trabajo y amable y correcta en el trato con la cliente.
    Escuchara los problemas de la cliente, aconsejándola adecuadamente en la resolución de los mismos. El trato debe ser individualizado, adaptándose al carácter y a la forma de ser de cada una de ellas.
    Los posibles problemas que puedan derivarse del contacto con la cliente –si es pesada, malhumorada, etc.- no se exteriorizarán ni explicarán nunca a otras personas, ya que deben considerarse como auténticos secretos profesionales.

    Una Profesión con Futuro.


    Las mujeres tienen cada vez más la necesidad de conservar su belleza, su salud y su juventud, necesidades a las que la Estética da respuestas concretas. Por ello el futuro de la profesión es brillante y atractivo.
    No se debe caer jamás en el error de creer que ya se ha aprendido todo en el mundo de la belleza, ya que es una profesión que se renueva constantemente con nuevas técnicas y aplicaciones, teóricas y prácticas. Mantener la inquietud por adquirir nuevos conocimientos hará de la esteticista una profesional siempre al día y gracias a ello podrá alcanzar otras metas, como son dirigir un Instituto de Belleza, representar marcas de cosméticos, llevar la sección de belleza en periódicos y revistas, etc.

    Imagen Ideal del Instituto de Estética.
    La Recepción.


    La recepción es el primer lugar que ve la cliente que acude al Instituto de Belleza; es por lo tanto la primera imagen que tendrá del trabajo que allí se desarrolla.
    El aire acondicionado y la música ambiental son también importantes, siempre que se procure una melodía agradable y sedante. No deben faltar para acompañar la espera publicaciones recientes, revistas y periódicos.
    Debe incluirse también una mesa para la recepcionista con todo lo necesario: teléfonos, tarjetas del instituto, dietario, etc.; sin embargo, se debe procurar que la mesa de recepción no tenga una aspecto desordenado o demasiado lleno de objetos.

    La Recepcionista.

    Su actividad se centrará básicamente en dos aspectos: la atención a la cliente y al personal del instituto.
    Es ella quien atiende telefónica o personalmente a quien solicite los servicios del instituto. Atenderá también a las esteticistas del instituto en las necesidades de comunicación que puedan tener.
    Será también la recepcionista quien, por medio de un completo dietario, llevará el control de las horas concertadas con las clientes, a fin de distribuir racionalmente el trabajo a lo largo del día.
    El aspecto personal de la recepcionista deberá ser también aseado। El trato será amable, correcto y eficiente. Es preferible que su vestuario sea el mismo que el de las esteticistas o que vista uniforme.
  • COSMETOLOGÍA BASICA Y MODERNA. Segunda Parte
    La Cabina.

    El trabajo de las esteticistas se desarrolla en las cabinas, pero ¿qué es una cabina?.
    Podemos definir la cabina como una habitación, de mayor o menor espacio, en la que se realizan los distintos tratamientos de estética.
    A continuación relacionaremos los aparatos y elementos necesarios para cada tipo de cabina.

    Cabina Facial.


    - Camilla anatómica: con movimiento independiente de dos módulos.
    - Juego de camilla: cada uno consta de dos piezas entonado con la decoración, uno para vestir la camilla de facial y otro para tapar a la cliente. Deben estar siempre impecablemente limpios.
    - Bata para la cliente: de tipo blusa, larga para que la cliente pueda desvestirse. También deberá armonizar con la tonalidad general de la cabina.
    - Banda elástica: para proteger el cabello o bien un gorrito para la misma función.
    - Tocador: con un espejo. ¡ sobre él habrá una bandeja para que la cliente pueda dejar sus pertenencias.
    - Carrito auxiliar: la cabina dispondrá de este carrito para colocar en él los útiles necesarios para la sesión de estética, así la esteticista tiene todo a mano, sin tener que desplazarse cada vez que necesite alguna cosa.
    - Carrito para aparatos: se colocan en él los aparatos portátiles que necesita la esteticista en cada caso.
    - Papelera.
    Útiles, Accesorios y Productos.

    Los que más se utilizan en la cabina facial son:
    - Espátula para retirar crema de los envases.
    - Envase con algodones cortados o en copos.
    - Caja con tisúes, pañuelos de papel o servilleta absorbente.
    - Esponjas tipo mousseline.
    - Recipiente de diferentes tamaños para el agua y los productos.
    - Pincel pequeño para la aplicación de la mascarilla.
    - Antiséptico.
    - Pinzas para depilar, las cuales se sumergen en alcohol poco antes de ser usadas.
    - Saca comedones para casos necesarios.
    - Envase con gasas cortadas a cuadritos de 10 x 10 mm aproximadamente; estas gasas se utilizan para extirpar comedones y retirar cremas y mascarillas del cutis.
    - Por último, frascos de toda la gama de productos necesarios.

    Aparatos de la Cabina Facial.

    Una vez relacionados los útiles de la cabina facial pasamos a describir los aparatos que se requieren:
    - Vapor de ozono o mascarilla térmica.
    - Corriente de alta frecuencia.
    - Corriente galvánica.
    - Vibrador para masaje facial.
    - Bandeja ducha.
    - Olla con termostato para cera de depilación.
    - Lupa luminosa.

    Prácticas para las Manos de la Futura Esteticista.

    Una persona que aspire a convertirse en profesional esteticista debe aprender a cuidar sus manos y hacer que adquieran destreza, al objeto de prepararlas para la realización de masajes faciales y corporales, aplicación de productos de maquillaje y otras técnicas similares.
    Para la esteticista, sus manos son el más importante instrumento de trabajo, ya que sin ellas en perfectas condiciones no podría realizar prácticamente nada. Iniciamos, pues, las prácticas del curso con el cuidado y destreza de las manos.

    Normas para el Cuidado de las Manos.

    Deben estar libres de callosidades, grietas y otras anormalidades.
    Las manos deben estar bien cuidadas, con las uñas cortas, limpias, bien arregladas y pintadas con un esmalte claro. Es importante que las manos, cuando estén en contacto con el cutis o piel de la cliente, no estén sudadas ni tampoco demasiado secas. Veamos cómo se deben tratar las manos que sudan o que se mantienen excesivamente secas.

    Manos Demasiado Secas.


    Es aconsejable darles unos baños de aceites todas las noches. Tanto la piel de las manos como las uñas agradecen el cuidado con baños de aceite de oliva caliente.
    Una forma m{as sencilla de tratarlas es aplicándose una crema de manos nutritiva e hidratante.

    Manos Sudorosas.

    Esta anomalía se debe a una causa interna. Las manos en estas condiciones resultan desagradables para trabajar, es decir, para la cliente cuando se pone en contacto con su piel.
    Lo primero que hay que hacer en este caso es averiguar la causa que origina la sudoración, para ello lo mejor es consultar con un dermatólogo o especialista de la piel y seguir su tratamiento.
    Mientras se espera el diagnóstico y tratamiento del especialista, pueden aplicarse unos polvos farmacéuticos especiales para estas casos.
    Para conservar la piel de las manos fina, suave y sensibilizada al tacto, aparte de cuidarlas adecuadamente hay que evitar los trabajos caseros y, en caso de tener que hacerlos, hay que llevar puestos unos guantes de goma especiales para estas labores।
  • Ejercicios para la Destreza de las Manos.

    Los ejercicios siguientes son unos movimientos que ayudarán a la esteticista a lograr la agilidad de dedos y muñeca que tan precisa es, tanto en el masaje facial como en el masaje corporal.
    Los ejercicios es conveniente efectuarlos unas diez veces seguidas con las dos manos al mismo tiempo.
    El meñique, anular, medio e índice se unen, uno a uno, al pulgar. Después, se realiza este mismo movimiento a la inversa empezando por el índice, medio, anular y meñique. La finalidad de este ejercicio es conseguir soltura y firmeza a la hora de maquillar y dibujar finos trazos sobre zonas pequeñas y delicadas.
    Hay que practicar diariamente, alternando con los demás ejercicios que también explicamos en el siguiente apartado. Sólo la constante práctica proporciona la necesaria destreza. Dejar de practicar por creer que son ejercicios fáciles es un error que la alumna no debe cometer.
    El ejercicio a continuación, también muy sencillo, debe practicarse en cada sesión a continuación del anterior, repitiéndolo diez veces. Insistimos en la conveniencia de practicar diariamente.
    Con las yemas de la mano derecha unidas a las de la mano izquierda, se debe hacer presión, forzando los dedos para que lleguen a unirse, hasta conseguir que las palmas de las manos queden completamente juntas. A continuación pasamos al siguiente ejercicio, con las manos unidas y los dedos ligeramente abiertos, se irán despegando, uno por uno, primero los pulgares, luego los anulares y así hasta que sólo se toquen los meñiques, luego vamos con los anulares, medios, índice y pulgar hasta la muñeca. Estos movimientos deben repetirse diez veces seguidas. Sólo practicando diariamente se conseguirá la destreza para realizar un correcto masaje facial.
    Situar las manos planas sobre una superficie dura con los dedos ligeramente abiertos. Efectuar círculos con las yemas de cada dedo en dirección hacia fuera y procurar que las manos no se muevan de sitio. Las articulaciones de los dedos y de la muñeca adquirirán una agilidad sorprendente. Flexionando ambas manos, irán sobre sí mismas continuamente. Se debe repetir este movimiento diez veces sin parar . Así se consigue que las dos manos giren una sobre otra.
    Colocar las manos, lo más relajadas posibles a la altura del pecho y con las palmas hacia dentro. Se dejan caer con rapidez, primero la derecha y luego la izquierda. Para finalizar se realizará el ejercicio partiendo de la posición inicial pero con las palmas de las manos hacia fuera. Se mueven las muñecas alternativamente hacia arriba y hacia abajo. Por su sencillez y rapidez de ejecución, todos estos movimientos pueden practicarse no sólo en la cabina sino también en casa, aprovechando cualquier tiempo libre de que se disponga.

  • ANATOMIA FACIAL. Primera Parte.
    Huesos que Componen la Estructura del Cráneo



    Estructura Muscular.


    1 Frontal: nos sirve para expresar asombro. Ubicado en la frente.
    2 Orbicular del ojo o párpado: permite abrir y cerrar los párpados, permite fijar la vista. (Aparecen las patas de gallo) . Alrededor de los ojos.
    3 Elevador de la nariz: está sostenido por los colmillos, nos sirve par sonreír. A los lados de la nariz.
    4 Cigomático menor: se encarga de permitir la apertura de la boca. En el pómulo.
    5 Cigomático mayor: también actuad en la sonrisa. Entre el pómulo y la mejilla.
    6 Masetero: es el que actúa en la alimentación. En la mejilla
    7 Orbicular del labio: permite la succión; también actúa en la alimentación. Borde de los labios.
    8 Triangulo del labio o mentón: actúa en la apertura de la boca y en la alimentación. Junto al mentón.
    9 Esternocleidomastoideo: actúa para mover el cuello, es superficial y con los años pierde la atonia (tonicidad). Cuello delantero.
    10 Trapecio: actúa en la movilidad del cuello. A los las dos del cuello.
    11 Piramidal: da la expresión de enojo. Entrecejo.
    12 Temporal: actúa en la apertura y cierre de la boca. Hacia la sien.
    13 Superciliar: está ubicado en las cejas y comparte con el piramidal para detonar enojo.
    14 Buccionador: permite la succión y la alimentación. Entre maseteros, mejilla, elevador de la nariz y orbicular de las labios.
    15 Cuadrado del mentón: da expresión de abatimiento o descontento, actúa en la apertura y cierre de la boca y en el beso. Centro del mentón.
    16 Borla del mentón: es igual que el anterior. Quijada.
    17 Transverso: da firmeza a la nariz y ayuda a dilatar las fosas nasales. Sobre el tabique de la nariz.

    Seres Naturales


    Se entiende por seres naturales los que nos rodean y forman el conjunto de la naturaleza, como las piedras, plantas, los astros y los animales.
    Los seres naturales se clasifican en seres inorgánicos o minerales. Son los que no tiene vida, como las rocas, los metales, etc.
    Seres orgánicos o vivos son los animales y las plantas, es decir los que tienen vida. Los seres orgánicos o vivos presentan las siguientes características generales: tienen vida; es decir nacen, crecen, se multiplican y mueren. Para vivir y desarrollarse se nutren de alimentos que toman del exterior los asimilan y transforman en su interior y expulsan al exterior las partes no aprovechables y los residuos.
    Están formadas por células: los seres vivos salvo algunas excepciones, están formados por multitud de células, las cuales se agrupan formado tejidos que a su vez constituyen los órganos (hígado, pulmones, corazón) y los aparatos (respiratorio, digestivo, etc.), que realizan distintas funciones vitales.

    La Materia Viva.


    Los seres vivos están formados de materia viva, la cual es una variada y compleja mezcla de sustancias orgánicas e inorgánicas en constante actividad.
    A las sustancias que constituyen la materia viva se le denomina principios inmediatos y se clasifican en los dos grupos ya indicados (orgánicos e inorgánicos).
    Los esenciales principios inmediatos son: Inorgánicos:
    Agua: entra en una proporción media del 60% aproximadamente de la materia viva.
    Sales Minerales: entra en proporciones variadas pero muy pequeñas.
    Orgánicos: son todos los que se forman dentro de los seres vivos, como en los huesos y tejidos. Las sustancias orgánicas se clasifican en los siguientes tres grandes grupos:
    1 Hidrato de Carbono o Glúcido: este grupo lo forma el almidón o fécula; los contiene en gran cantidad las semillas (trigo, maíz, arroz) y los tubérculos (papa, yuca, zanahoria, etc.).
    Azúcares: glucosa o azúcar de uva, sacarosa o azúcar de remolacha, etc.
    Celulosa: constituye fundamentalmente las paredes de las células vegetales.
    2 Grasas o Lípidos: este grupo lo constituyen los aceites vegetales, extraídos principalmente de la aceituna, soya y cacahuate.
    3 Proteínas y Albuminoides o Prótidos: este grupo, cuya sustancias constituyen los principios inmediatos de las células, lo forman:
    Caseína: se encuentra principalmente en la leche y el queso.
    Albúminas: abunda en el huevo y las carnes.
    Vitaminas: sustancias necesarias para la vida y el desarrollo de los seres vivos.
    Fermentos y Hormonas: controlan y dirigen todos los procesos, reacciones y transformaciones de los seres vivos.

    Composición del Cuerpo Humano.

    Agua: 60 al 65 %
    Proteínas: 15 %
    Grasa: 15 %
    Minerales: 5 %
    Hidrato de Carbono: 1.5 %
    Vitaminas y otros: 0.5 %

    Células.

    Es la parte más pequeña de la materia viva, por ello, la célula nace, crece, se multiplica y muere.
    O sea deducimos que la célula es la unidad anatómica y fisiológica de todo ser vivo, dentro de los seres vivientes podemos encontrar unicelular o pluricelular.

    Constitución de las Células.


    La célula está formada por una masa viscosa, llamada protoplasma, en cuyo seno alberga la vida.
    El protoplasma, y por tanto la célula consta de las tres siguientes partes fundamentales:
    1 Citoplasma: es la más viscosa ya citada, de consistencia variable, incolora y transparente, similar a la clara del huevo, que a su vez está constituida por lípidos, prótidos, sales minerales y agua.
    En el citoplasma podemos encontrar:
    Vacuolas: son unas cavidades en cuyo interior se encuentran sustancias menos densas que en el resto del citoplasma.
    Cuando el contenido de las vacuolas es totalmente líquido reciben el nombre de jugos celulares.
    Deutoplasma: son diversos productos que se obtiene de la actividad del protoplasma. Cuando quedan atrapados dentro del citoplasma se llaman inclusiones.
    Condrioma: conjunto de granitos y filamentos denominados condriosomas, que son los encargados de elaborar pigmentos, enzimas y proteínas entre otros productos.
    Centrosoma: corpúsculo estrellado situado cerca del núcleo formado por: el centríolo o cuerpo central esférico. También encontramos la centrosfera o parte que envuelve al centríolo.
    Aster o Filamentos que irradian de la centrosfera dando al centrosoma su aspecto estrellado.
    Plastos, son los que en las células de las plantas elaboran el pigmento de coloración verdosa llamada clorofila.
    2 Membrana Celular.
    Capa externa del citoplasma y de la célula a la que envuelve y asila.
    3 Núcleo.
    Es un corpúsculo esférico situado dentro del citoplasma y separado de éste por una membrana (nuclear). En el núcleo se encuentra:
    Retículo Nuclear: es la parte más importante y está dividida en un número determinado d elementos llamados cromosomas, que están constituidos a base de cromatina. Los cromosomas tienen forma de V o J.
    Jugo Nuclear: es la sustancia que llena el núcleo y donde se hayan suspendidos los cromosomas.
    Nucleolos: corpúsculos que contienen pieratina y colorante ácido de anilina.
    Características de las Células.
    Hay innumerables clases de células, unas muy similares a otras y con acusadas diferencias entre si.
    Las células pueden tener distintas formas, redondeadas, alargadas, estrelladas, poligonales, aplastadas. Etc.
    En general las células son de tamaño microscópico por lo que no se pueden observar más que con un potente microscopio.
    Para medir las células se emplea la micra y la mayoría de ellas miden entre cinco y diez micras, aunque como ya lo hemos dicho las hay mucho mayores.
    Hay células vegetales de veinte o más centímetros por ejemplo.
    Funciones de las Células.
    Las funciones comunes de todas las células son las siguientes:
    Función de Nutrición: esta función tiene como objetivo conservar la vida y desarrollarse. Se alimentan absorbiendo los alimentos disueltos; por ejemplo, las células de los animales se nutren de las sustancias o alimentos que lleva la sangre. La función de nutrición comprende dos procesos:
    Catabolismo: es un proceso destructivo y posee las fases de respiración y excreción
    Anabolismo: es un proceso constructivo y comprende la toma de las partículas o sustancias alimenticias hacia el interior, fenómeno llamado fagocitosis, la digestión de dicha sustancia y su asimilación posterior.
    Función de Reproducción: una de las más importantes misiones de todo ser vivo es el perpetuar la especie. Las células se multiplican partiéndose en dos trozos, ya sea directa o indirectamente.
    La división directa o amitosis se produce al estrangularse el citoplasma, dando lugar así a las células hijas. Para que esta división tenga lugar y pueda realizarse en cada caso es necesario que exista una serie de factores importantes, temperatura apropiada, hormonas necesarias y suficientes, cierta sustancia de tipo nutritivo, oxígeno, etc.
    La división indirecta o mitosis tiene diversas formas por bipartición múltiple o expolaración.
    En la “gemación”, las células hijas se reproducen con verrugas disformes en la célula madre.
    En bipartición o cariocinesis, la célula madre se divide en dos células generalmente iguales.
    Múltiple o expolaración se produce múltiples células hijas dentro de la célula madre.
    Función de Relación: la realizan las células moviéndose, o sea trasladándose de un sitio a otro, a sí se comunican unas con otras y con el ambiente que las rodea.

  • ANATOMIA FACIAL. Segunda Parte.
    La Piel.

    Es el órgano más grande y sensible que tenemos y tan vital como puede ser el corazón y los pulmones. A diferencia de estos es visible, pero igualmente se ve afectada por el paso del tiempo. El desgaste se puede retardar o disminuir gracias a los tratamientos, en el instituto de belleza el cuidado de la piel será uno de los principales objetivos.
    No en vano es motivo de gran interés conservarla tersa y lozana, condición inherente para mantener un aspecto joven y atractivo.
    La piel de una persona adulta tiene aproximadamente quince (15) mil centímetros cuadrados y peso de cinco (5) kilogramos.
    Una piel bien tratada y cuidada suaviza las facciones y rejuvenece a cualquier persona.
    Una de las máximas prioridades de una buena profesional de la belleza es el cuidado de la epidermis, por lo tanto es aconsejable tener un profundo conocimiento de las características de la piel.

    Funciones de la Piel.


    La piel realiza una serie de funciones fundamentales, para la vida y la salud, como ser:
    1 Albergar, el sentido del tacto, la sensación de dolor, presión, frío o calor.
    2 Actuar como reguladora de la temperatura del cuerpo.
    La regularización la harán las glándulas sudoríparas, a cargo de las cuales está también el mantener la acuosidad del organismo.
    3 Absorber oxígeno, luz y agua imprescindible para la vida celular.
    4 Eliminar, sustancias nocivas, que también es un proceso propio de las glándulas sudoríparas.
    5 Proteger el cuerpo de la acción exterior. La protección que ejercen la queratina, la melanina y el pelo como elemento primordial.

    Fisiología de la Piel.


    En esta parte se analizan las distintas capas que componen la piel.
    1 Epidermis o Capa Superficial.
    2 Dermis o Capa Intermedia bajo la Epidermis.
    3 Hipodermis o Capa Subdermis.

    Epidermis:
    es la capa más superficial y por lo tanto es el estrato protector de las capas inferiores, de naturaleza más vulnerable.
    Los estratos de los que se componen la epidermis son de interior a exterior:
    1 Capa Basal o Germinativa.
    2 Cuerpo Mucoso de Malpighi.
    3 Capa Granulosa.
    4 Capa Lúcida.
    5 Capa Córnea
    A continuación se explica la función y composición de cada uno de los estratos que componen la epidermis.
    1 Capa Basal o Germinativa: es la capa inferior y la que da origen a los estratos superiores, por lo que recibe también el nombre de germinativa.
    La capa basal está formada por células cilíndricas o en forma de cubo cuya misión es la de reproducirse continuamente. Esta reproducción se efectúa división. Las células al dividirse se empujan entre ellas accediendo a los estratos superiores y produciendo esta constante renovación celular. La reproducción celular completa tiene un tiempo aproximado cada treinta días. Esta capa colindante con la dermis contiene una sustancia colorante llama melanina, que se produce en mayor cantidad bajo la acción del sol, lo que da lugar al bronceado característico del verana o el producido por los rayos UVA (ultravioletas). La cantidad de melanina que labora cada organismo es distinta y determina el color de la piel de cada individuo.
    2 Cuerpo Mucoso de Malpighi: este estrato es inmediatamente superior al germinativo o basal y lo constituye de seis a ocho hileras de células que toman la forma de mosaico.
    La consistencia del cuerpo mucoso de Malpighi varia en cada zona de nuestra piel.
    De forma poliédrica, se transforma a medida que asciende a la capa superior. Esta transformación se basa en el progresivo aplanamiento de las células.
    3 Capa Granulosa: en esta capa se elabora la grasa de la epidermis. Está constituida por estratos en un número que varía del uno al cuatro. En el citoplasma de estas células se produce una sustancia semisólida que es la que labora la grasa característica de esta capa de la epidermis.
    4 Capa Lúcida: está formada por una fina hilera de células transparentes, finas e incoloras, en las que apenas se aprecia el núcleo celular. El núcleo de las células del conjunto de la epidermis va desapareciendo progresivamente a medida que los estratos son más externos. La queratina que se encuentra en estas células hará que se resequen y pasen a formar la capa superior, la cornea.
    5 Capa Córnea: Consta de quince a veinte capas de células las cuales carecen por completo de núcleo y que están las unas superpuestas a las otras como las tejas de un tejado, dando lugar a la formación de la queratina blanca. Esta capa de la epidermis evita la evaporación del agua de la piel que ya está impregnada en la grasa. El espesor de esta capa córnea es también distinto según la zona del cuerpo, por ejemplo en las palmas de las manos y los pies mucho más gruesa y en las mejillas y los párpados es más fina.
    En el extremo de la capa córnea encontramos la cara descamante, que no es otra cosa que el estrato que crean las células queratinizadas frotando suavemente un área de nuestro cuerpo, por ejemplo, en el antebrazo vemos como estás células se despegan de la piel, son las llamadas células muertas.

    Dermis: la función más importante de la dermis es la de nutrir la piel; da ahí la importancia de llegar a ella en los tratamientos estéticos. En esta capa se encuentra:
    1 Las glándulas lubrificantes de la piel, es decir las sebáceas.
    2 Los músculos erectores del pelo.
    3 Las terminaciones nerviosas de los corpúsculos encargados del sentido del tacto.
    4 Los folículos pilosos.
    5 Las ramificaciones sanguíneas y linfáticas que provienen da la capa profunda.
    La dermis o tejido conjuntivo es elástica y fibrosa y reacciona activamente ante fenómenos internos o externos que la agreden. Esta capa de la piel está estructurada en dos estratos, la dermis papilar en forma de entrelazado firma y resistente. Como ya hemos señalado anteriormente esta membrana forma tejidos conjuntivos, fibras elásticas y colágeno; tiene un gran valor en los tratamientos estéticos ya que en ella se labora el proceso de nutrición, hidratación y regeneración de la piel.

    Hipodermis: capa inferior de la piel que está totalmente cubierta por una tupida red de vasos sanguíneos y cuya primera misión es la de engrasar, formando y almacenando la grasa básica para el equilibrio de la piel. Por esta razón la elaboración de grasa, la hipodermis que nos aísla del frío y del calor, protegiendo la piel de las agresiones térmicas al tiempo que almacena elementos nutritivos para los otros estratos.
    En la hipodermis aparecen las glomérulos, glándulas donde se forma el sudor de las glándulas sudoríparas.

    Glándulas Sebáceas: se hayan extendidas por toda la piel y su función es la de rodear el pelo con grasa, protegiéndolo de los elementos térmicos externos. Están situadas en una vaina excretora del pelo sobre la raíz del mismo y la grasa se evacua por el mismo conducto por el que se expulsa el pelo excepto en dos zonas, la aureola del pezón y los bordes de los labios.

    Glándulas Sudoríparas: existen dos clases de glándulas, las ecrinas y apocrinas. Las ecrinas se extienden por todo el tejido epitelial, tienen forma espiral y su grado de acidez es menor que el de la piel, entre cuatro y seis Ph (potencial de hidrógeno). El sudor se evacua a través de esta glándula directamente al exterior, acumulándose en las manos y los pies. Su función es mantener una temperatura constante en el cuerpo actuando permanentemente.
    Por el contrario las glándulas sudoríparas apocrinas se concentran en zonas concretas del cuerpo humano, como las axilas, los genitales, ombligo, etc. Estas glándulas poseen un mayor grado de alcalinidad y por ellas se eliminan toxinas. Es decir, que además de tener una función reguladora de temperatura del cuerpo son parte importante de la limpieza de los órganos internos.

    Terminación Nerviosa de la Piel: son las que reflejan la sensibilidad cutánea. Gracias a ellas podemos sentir frío o calor, presión, dolor, a demás de la denominada sensibilidad táctil.
    Su posición en la piel varia según la función que realiza, así algunas terminaciones nerviosas se encuentran en la dermis u otras en la epidermis.
    Al sentir calor los vasos sanguíneos superficiales se expanden y ayudados por el sudor el cuerpo mantendrá su equilibrio térmico. Con el frío el proceso será inverso, es decir los vasos sanguíneos se contraen para impedir el paso del frío a través de la piel.
    Los puntos sensibles al frío son más abundantes en nuestra piel y hay zonas donde el sentido del frío es más agudo como en la yema de los dedos, los labios y la punta de la lengua.
    Vasos Sanguíneos: en la dermis y en la capa inferior encontramos mayas de venas y arterias comunicantes. Bajo los estratos que forman la piel se encuentran el plexo subdermico, que contiene dos redes de vasos sanguíneos. Unos se expanden hacia las glándulas sudoríparas, los folículos pilosos, etc., mientras que los otros emergen a las capas más superficiales de la piel.

    Espesor de la Piel: Como ya se ha visto en los distintos estratos de la piel, el grosor de esta no es uniforme en todo el cuerpo.
    El espesor de la piel lo determinan las glándulas sudoríparas y de la otra el aumento de la epidermis debido a la constante presión que en una zona concreta se realiza, como la planta de los pies.
    La capa córnea engrandecerá su volumen en estas áreas sobre la que se ejerce mayor presión al objeto de aumentar la protección de los tejidos cutáneos.
    Resumiendo, la piel se autoproteje, endureciendo y fortificando las zonas que más lo requieren por el contacto con objetos, suelo, etc.

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    Clasificación de la Piel.


    La piel en cuanto a la estética se refiere, se clasifica en tres grandes grupos que debemos matizar debido a la variedad de tipos intermedios de la piel.
    Los tres grandes grupos en los que de manera clásica se ordenan son:
    1 Piel Normal.
    2 Piel Seca.
    3 Piel Grasa.
    Ahora bien, esta clasificación es valida para la elección de algunos productos de belleza, pero no en los tratamientos. En estos concretar la clase de la piel es fundamental.
    Además de esta clasificación todas estas pieles pueden presentar otras anomalías a si como por ejemplo tener zonas grasas o secas con lo cual su diagnóstico sería una piel mixta grasa o mixta seca. Una clasificación más completa de la piel es la que incluye otros aspectos como por ejemplo:
    1 Piel deshidratada.
    2 Piel sensible.
    3 Piel desvitalizada.
    4 Piel gruesa.
    5 Piel fina.
    Para tener una idea básica de los tres grandes grupos explicaremos sus características más comunes.

    Piel Normal:
    es el ideal de piel por su aspecto liso, naturalmente coloreado, con poros cerrados y un aspecto general aterciopelado. Estas condiciones, de gran equilibrio y perfecto desarrollo de las células se suele dar en los niños que aún no han alcanzado la pubertad.
    Los cuidados de este tipo de piel debe limitarse a una buena limpieza y atenciones muy suaves.

    Piel Seca:
    carece de la suficiente grasa y humedad. Su aspecto es excesivamente terso, falto de elasticidad.
    Presentará con más facilidad arrugas sobre los labios, bolsa debajo de los ojos y las llamadas patas de gallo.
    Trastornos internos y externos, emotivos provocan este resecamiento de la piel que pueden corregirse mediante la aplicación de cremas nutritivas y una correcta alimentación, ingiriendo en mayor proporción alimentos frescos como vegetales y frutas eliminando el café, el tabaco y las bebidas alcohólicas, es un cutis carente de brillo.

    Piel Grasa:
    la característica más visible de la piel grasa son los poros abiertos y cutis brillante. Se trata de una piel gruesa en la que las glándulas sebáceas tienen un mayor volumen.
    La piel grasa puede provocar problemas cutáneos como los puntos negros (comedones), pequeños furúnculos y una gran proporción de acné.
    Necesita muchas atenciones y una dieta equilibrada en la que no entran alimentos grasos.
    El reposo físico y una buena respiración colaboran en su mejoría.
    Al ser una piel más gruesa es más resistente al frío y menos propensa a las arrugas.
    Cabe añadir a esta primera clasificación los cutis mixtos. Como Su nombre lo indica son pieles que comparten distintas zonas.
    El cutis mixto más frecuente es aquel que en el área central – frente, nariz y mentón – (zona T), es de tipo graso, mientras que – mejillas, cuello y piel alrededor de los ojos son pieles normales o secas.

    Subdivisión del Tipo de Piel.

    Piel Deshidratada: se trata en un estado temporal de la piel más que de una clase de piel. Es una piel deteriorada por factores externos climáticos, por problemas psicológicos o bien por falta de agua.
    Se observa en esta clase de piel arrugas o surcos por la frente, alrededor de los ojos y los labios.
    Esta perdida temporal de hidratación provoca que la piel este flácida, reseca y áspera al tacto.

    Piel Sensible:
    puede ser de dos tipos grasa o seca, generalmente su problema es la falta de protección que tiene ante el ambiente externo (frío, aire, lluvia, etc.).
    Es un tipo de piel que se irrita fácilmente y esto debe tenerse en cuenta al aplicar tratamientos estéticos ya que generalmente ocasiona enrojecimiento e hiperemia en este tipo de cutis.

    Piel Asfixiada:
    llamamos piel asfítica a aquella que por falta de riego sanguíneo o por aplicación incorrecta de productos cosméticos de tipo astringente ha cerrado completamente el folículo pilo – sebáceo.
    La reacción de la epidermis a esta acción es la de producir pequeños quistes de color blanco, especialmente la zona de las mejillas. Al tacto es rugosa y áspera.

    Piel Desvitalizada: la piel es el pulso de nuestra vida y, por ello, una enfermedad, la perdida continua de peso o simplemente el paso de los años quedará patente en ella.
    La piel en todos estos casos puede volverse ajada y flácida debido especialmente a la disminución de secreciones como la sudoral y la sebácea.
    Agredida por tales causas la piel presentará arrugas en las zonas de expresión, resequedad y falta de elasticidad.
    Piel Fina: se distingue por su sensibilidad a los cambios climáticos, por su suave tacto, poros cerrados y por la rápida aparición de rojeces y reacción ante tratamientos excesivamente fuertes.

    Piel Gruesa:
    reconocemos a simple vista una piel gruesa por la abertura de sus poros, por tener un aspecto menos delicado. Este tipo de piel admite mejor los tratamientos como el Peeling y tiene una mayor facilidad para absorber la contaminación exterior.

    Problemas Especiales.
    A continuación detallaremos los problemas especiales derivados de los estudios anteriormente.
    El funcionamiento de las glándulas ya sea seborreicas o sebáceas, garantiza el perfecto funcionamiento del proceso de nutrición y purificación de la piel. Su mal funcionamiento puede acarrear problemas de diversas índoles.
    Por ejemplo el mantenimiento de una hidratación equilibrada de la piel podrá retrasar la aparición de las arrugas.
    Su aspecto similar pero de causa muy distinta es el caso de la piel alípica. Esta piel tiene un aspecto tirante producido por el mal funcionamiento de las glándulas sebáceas, esta piel estará falta de grasa, elemento básico para su protección.
    La flacidez o atonía de la piel tiene su origen en la perdida de elasticidad por problemas de salud, perdida repentina de peso o por envejecimiento de la piel. Esas mismas causas son las que provocan la aparición de arrugas en la piel, aunque estas pueden ser motivadas por enfermedades.
    Otro problema derivado de los elementos que componen la piel es la couperose. La telangiectasia, nombre científico de la couperose, se encuentra en los ángulos y aletas de la nariz y en las mejillas frecuentemente y se trata de pequeñas ramificaciones sanguíneas producidas por la mala circulación, por los contrastes de temperatura y otros fenómenos fisiológicos.

    Masaje Facial.
    Activa las células de la piel, estimula la circulación periférica, la tonicidad de los músculos, elimina paulatinamente las líneas de expresión, contrarresta los efectos del estrés y el envejecimiento prematuro.

    A continuación técnicas del masaje facial:

    1 Cinco puntos en la cara más el cuello de crema hidratante, uno en la frente, la nariz, ambas mejillas mentón, cuello y escote. La crema se debe aplicar en cantidades menores de modo de no dejar residuos en el cutis y se pueda absorber toda. (Cutis graso con protector solar).

    2 Diez movimientos en forma de abanico en cuello y pecho (hacia fuera) una mano a la vez hasta completar los diez.

    3 Diez movimientos de vaivén de la barbilla hacia fuera. Una mano a la vez, hasta completar las diez.

    4 Diez movimiento de amasamiento de oreja a oreja por la barbilla y mandíbula ( maxilar inferior). Las dos monos a la vez en la misma dirección, hasta completar las diez.

    5 Diez movimientos en el orbicular de los labios hacia arriba con los dedos pulgares, luego teclado con la yema de los dedos de igual manera. Las dos manos a la vez, hasta completar los diez. Las flecha lisas indican los movi
    mientos con los dedos pulgares y las flechas de puntos indican los movimientos de tecleado con la yema de los dedos, la cual se hace dando leves golpecitos hacia arriba.

    6 Diez movimientos de abanico de adentro hacia fuera en las mejillas, las dos manos a la vez, hasta completar las diez.

    7 Diez movimientos de extremo a extremo en el transverso y elevador de la nariz, con los dedos del medio y anular, hacia arriba. Los dos a la vez hasta completar las diez.

    8 Diez movimientos en el orbicular de los párpados hacia adentro, con los dedos anular, luego tecleado con suaves golpecitos de igual forma, hacia adentro.
    9 Diez movimientos en círculos en las sienes, con los dedos medio y anular, hacia adentro

    10 Diez movimientos en frontal (fricciones) apoyando los dedos índice, medio y anular.

 
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